Los buenos deseos y los grandes proyectos siempre han sido una constante compartida por todos ante el nacimiento de un nuevo año. Nada debe pararnos y nuestra Salud, Fuerza y Unión debe estar ahí para hacer que gracias a unir en lo disperso el árbol crezca fuerte, la flor sea brillante y nuestros pies, aun estando en el suelo y con la serenidad y la prudencia que debemos tener, puedan volar cual Hermes disfrutando de la vida y con la perspectiva que corresponde. ¿Sabes una cosa? Lo único que deseo para el 2014 es, por mi parte, que mi vida siga igual, o que mejore algo, pero no excesivamente. Eso sí, pensaré mucho en tí.
Al comer la primera uva pensaré en el que nace, en el que tiene un año, en su futuro, en qué se va a encontrar y en el mundo que le dejemos los que ya hayamos muerto. La segunda irá para los opuestos, el yin y el yang, por el orden lógico. La tercera irá al equilibrio por la interacción entre contrarios, al vértice perfecto entre dos puntos. La cuarta irá hacia el reparto justo entre la tierra, el mar, el fuego y el aire. La quinta será para las cinco puntas de la estrella del conocimiento. La sexta uva será para las seis puntas de la estrella de los dos triángulos. La séptima será para la sabiduría de los que nos gobiernan. La octava será para los de la estrella de ocho puntas, para que dialoguen con los de la estrella de seis puntas. La novena uva será para las tres pirámides de triple base, para que en sus vértices confluyan nuestros mejores deseos. La décima representará el 'diez' que te mereces. La undécima será un eslabón de oro más. La duodécima uva y final será para crear un nuevo principio donde no nos hagan falta más deseos.
Yin-Yang Masón es un blog para masones y no masones, donde se explica cada semana un tema de actualidad desde una perspectiva masónica y con una aplicación práctica para el día a día. Es mi visión personal de las cosas como masón. Pero siempre abierto a todos a través de los comentarios. .
lunes, 30 de diciembre de 2013
sábado, 28 de diciembre de 2013
lunes, 16 de diciembre de 2013
LA SOLEDAD ENTRE LA MULTITUD
Los compromisos sociales obligan al masón a quitarse el mandil fuera del templo y a disimular su pensamiento real entre el rebaño con sonrisas falsas y esa paciencia que nos gusta cultivar en logia. Es lo que me pasa en mi caso particular con algunas "tradiciones" relacionadas con el sosticio de invierno, más de acuerdo con el consumismo capitalista que con el amor a nuestros amigos y nuestras familias, ese amor que surge por una inteligencia emocional, no robótica.
Es obligatorio comprar regalos, es como una compra de un amor que al final se me antoja de cartón-piedra. El amor de verdad sólo se muestra a mi modo de ver con el día a día y con el detalle espontaneo que no necesita fecha. Cuando me encuentro en medio de la multitud me siento solo. Porque sé que me libertad está manejada por un arrastre robótico de película de Fritz Lang hacia algo sin sentido. Voy a gestionar estas fechas como pueda y, si os parece, volveré tras la consagración final de este río de regalos en nombre de tres magos que no han existido jamás.
Es obligatorio comprar regalos, es como una compra de un amor que al final se me antoja de cartón-piedra. El amor de verdad sólo se muestra a mi modo de ver con el día a día y con el detalle espontaneo que no necesita fecha. Cuando me encuentro en medio de la multitud me siento solo. Porque sé que me libertad está manejada por un arrastre robótico de película de Fritz Lang hacia algo sin sentido. Voy a gestionar estas fechas como pueda y, si os parece, volveré tras la consagración final de este río de regalos en nombre de tres magos que no han existido jamás.
viernes, 6 de diciembre de 2013
MI AVE FÉNIX
El camino masónico y el no masónico, el de nuestra vida diaria, que es donde debemos aplicar el método que hemos aprendido en logia, está lleno de dificultades. Incluso sufriremos y nos pueden herir, pero nuestro espíritu debe ser forjado con metales que nos darán fuerza y nos harán resurgir. Como la leyenda del Ave Fénix, nacimos de una flor por la fecundidad de nuestros mayores y hoy transcurrimos de acuerdo con los ciclos naturales. Ante la herida de muerte nosotros Ave Fénix resurgiremos y sobreviviremos. Porque soy más fuerte. Mientras el solsticio de invierno haya pasado y se abra el sol, como Ave Fénix me expondré a la luz, para vez si algún día llego a ella, aunque soy consciente de la Utopía en la que constantemente trabajo.
domingo, 1 de diciembre de 2013
NO SÉ CÓMO ESCRIBIRTE HERMANO
Tú me lo confesaste entonces, cuando se sabía lo que tenía. Yo lo leí porque me lo pasó mi hermana en la cama del hospital, pero no sabía si era yo u otro. Mi exceso de vanidad me frenaba. Fui cobarde y no tuve el coraje de preguntarte si era yo. No fui mezquino, pero sí fui desagradecido con el paso del tiempo cuando seguía sin llamarte para saber a quién te dirigías. Créeme. Todavía me queda algo de sentimiento de culpa. Sé que es nocivo, pero lo tengo clavado.
Querido Hermano, hoy tampoco sé cómo escribirte porque no conozco el alcance de lo tuyo. Pero tú sabes dónde está, en tu columna. De momento le tienes ahí durmiendo, esperando a que no despierte, a que no haya que extirpar nada. La falta de paciencia profana siempre aconseja matar las moscas a cañonazos, pero la paciencia experta nos proporciona una taza de espera todas las mañanas. Así que conócete, explórate, agárrate a tus símbolos y déjate querer, pero no imponer porque el exceso de amor honesto asfixia.
Los sabios son los que sabrán mostrarte el camino, y tú en tu debilidad e ignorancia les deberás seguir. No temas, déjate llevar y liberarte. Sólo entonces sabré cómo escribirte. Mientras tanto, me regocijaré mirando la columna que nos sostiene a ti y a mí, que nos estructura a todos, donde cada vértebra tiene su función y se hace absolutamente imprescindible para que ese organismo vivo pueda caminar.
Querido Hermano, hoy tampoco sé cómo escribirte porque no conozco el alcance de lo tuyo. Pero tú sabes dónde está, en tu columna. De momento le tienes ahí durmiendo, esperando a que no despierte, a que no haya que extirpar nada. La falta de paciencia profana siempre aconseja matar las moscas a cañonazos, pero la paciencia experta nos proporciona una taza de espera todas las mañanas. Así que conócete, explórate, agárrate a tus símbolos y déjate querer, pero no imponer porque el exceso de amor honesto asfixia.
Los sabios son los que sabrán mostrarte el camino, y tú en tu debilidad e ignorancia les deberás seguir. No temas, déjate llevar y liberarte. Sólo entonces sabré cómo escribirte. Mientras tanto, me regocijaré mirando la columna que nos sostiene a ti y a mí, que nos estructura a todos, donde cada vértebra tiene su función y se hace absolutamente imprescindible para que ese organismo vivo pueda caminar.
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