75 AÑOS SIN EL HERMANO ANTONIO MACHADO

Estamos en momentos de recordar a uno de nuestros hermanos más queridos. Hace 75 años nos dejó Antonio Machado. Hijo de masón, se inició en la Logia Isis de Sevilla para luego pasar a la Logia Mantua en Madrid. El poeta siempre ejerció trabajos bajo los auspicios del Gran Oriente Español. Los estudios de Ferrer Benimeli entre otros eruditos acreditan este extremo. La pertenencia de Machado a la masonería se deja ver en muchos de sus poemas y enseñanzas. Sin ir más lejos, tenemos los versos que musicó Serrat, “caminante no hay camino, se hace camino al andar”, pero también hay algunas pequeñas lecciones más que quizá todavía nos silba desde su sitial eterno en Colliure.

El ojo que ves no es
ojo porque tú lo veas;
es ojo porque te ve.

Para dialogar,
preguntad, primero;
después... escuchad.

Ese tu Narciso
ya no se ve en el espejo
porque es el espejo mismo.

Busca a tu complementario,
que marcha siempre contigo,
y suele ser tu contrario.

EL VALOR DEL TIEMPO

No valoremos el tiempo sólo por una unidad de medida. Sin duda la división en días, semanas, meses y años ha sido y sigue siendo útil por circunstancias económicas, políticas y religiosas. Hoy tenemos el calendario gregoriano con sus imperfecciones, pero es lo que quizá nos orienta mejor. Cuando empleamos el tiempo, al final se convierte en una rutina y le damos un valor: me levanto a las 7, llego a trabajar a las 9, si es que tengo trabajo, etc.

El valor que reivindico no es de rutina, no tiene fechas ni horas. Es un valor de nuestra vida, de lo que nos queda y de lo que llevamos, es algo que no tenemos que malgastar lo más mínimo. Deberíamos quizá plantearlo bajo la letra de “Hoy puede ser un gran día” de Serrat. Nos fustigarnos pensando en el pasado y en culpas, y desde mi punto de vista se trata mirar hacia el futuro para disfrutar en nuestra propia felicidad y de las personas que queremos. No quiero que se me escape el péndulo de mi vida, el cual va sin parar, hasta que un día se quede recto como una plomada.

EL CANTO A LA LIBERTAD DE MIKEL LABOA

Hegoak ebaki banizkio
nerea izango zen,
ez zuen aldegingo.
Bainan, honela
ez zen gehiago txoria izango
eta nik...
txoria nuen maite.

Si le hubiera cortado las alas
habría sido mío,
no habria escapado.
Pero así,
habría dejado de ser pájaro.
Y yo...
yo lo que amaba era un pájaro.

ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE EL ABORTO

España está ahora en boca de media Europa por culpa de una regresión histórica sobre el derecho a abortar. Ante este tema, los masones debemos ser valientes, no debemos esperar mucho porque la paciencia no se puede aplicar si el reloj va en nuestra contra en cuanto a la aprobación y entrada en vigor de la próxima Ley Orgánica de Protección de la Vida del Concebido y los Derechos de la Mujer Embarazada. Pero la reflexión se impone. Algunas logias han tomado partido ya. El argumento que defienden es que la libertad de la mujer vale más que la vida del niño no nacido.

Hemos visto personas de la Gran Logia Femenina manifestándose por Madrid, hasta el Gran Oriente de Francia ha hecho un comunicado en contra de la famosa ley sin nombrar a España y en el Consulado de España en Toulouse ya se han solicitado reuniones al más alto nivel. ¿Qué está pasando? ¿Estamos anteponiendo la libertad de elección de una mujer embarazada ante la propia criatura viva que está dentro de ella? ¿Qué pesa más? "Soy mujer, me he equivocado y mi vida la decido yo, así que aborto". "Soy mujer, me he equivocado y la vida de mi niño o niña se va a mantener, así que lo doy en adopción". Actualmente, muchos padres que no pueden tener hijos esperan un niño que estará contento de tener un hogar y una familia que le cuide. Y no es una cuestión religiosa, es una cuestión humana, que entronca con el concepto de laicidad. La interpretación simbólica no queda tan clara.