viernes, 17 de enero de 2014

NOS CREEMOS GIGANTES PERO SOMOS ÁTOMOS

Cojamos esa razón científica que nos desnuda, nos retrata y que nos descubre nuestras debilidades, inseguridades y miedos. Por grandes que nos creamos, somos un elemento diminuto dentro de la gran máquina cósmica que nos maneja a su antojo, participamos de una evolución constante de la especie, donde hace millones de años no éramos más que reptiles y donde tenemos una fecha de caducidad muy limitada. El miedo es el origen de las divinidades, de los mitos y las leyendas, de los terrores que tenemos desde pequeños. El miedo es limpio con la muerte cercana, no es negativo, sino humano. Nos hace iguales a los demás y entendemos el símbolo del Ouroboros, la serpiente que se muerde la cola. De la muerte nace la vida. ¿Si lo que queda de nosotros lo lanzan en tierra fértil podría nacer algo? ¿Si donamos nuestros órganos vivimos en otra persona? Entonces, ¿para qué el miedo?

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