LA LEGITIMIDAD DE LOS MASONES

Nadie es mejor que nadie. Especialmente en colectivos que se apoyan en el desarrollo individual en las libertades. La masonería es la unión en lo disperso. Nunca encontraremos una logia que pueda ser calificada como "mejor" que la otra. Quizá cada persona se sentirá más cómoda en alguna de ellas según sus usos y costumbres y su manera de entender la vida. Pero nadie tiene derecho hoy a no reconocer como masonería a determinadas logias.

La manifestación en favor la libertad de la mujer para abortar fue aprovechada por muchos masones, hombres y mujeres, para llevar pancartas en favor de ese derecho. A lo largo de la de la semana ha habido entrevistas, comentarios y opiniones periodísticas, algunas más documentadas que las otras, pero la más epatante ha sido la de algunos que dejaron caer que sólo ellos son masonería.

El monopolio del pensamiento libre, laico, adogmático y mixto no lo tiene nadie. Ni los que no nos reconocen como masones "regulares", ni los que sólo consideran que la masonería ha de ser libre, laica, adogmática y mixta. Porque es muy fácil confundir al ciudadano medio quitándole legitimidad a otras logias. Y realmente los que hacen eso no saben que perjudican a su legitimidad, esa que dicen defender. El problema viene cuando uno se las da de "Libertad, Igualdad y Fraternidad" y no admite a las mujeres, a los no creyentes, y que no reconoce como masonería a otras logias. Y es que la francmasoneria no es patrimonio de nadie, es de todos.