lunes, 30 de diciembre de 2013

2014 Y DOCE DESEOS

Los buenos deseos y los grandes proyectos siempre han sido una constante compartida por todos ante el nacimiento de un nuevo año. Nada debe pararnos y nuestra Salud, Fuerza y Unión debe estar ahí para hacer que gracias a unir en lo disperso el árbol crezca fuerte, la flor sea brillante y nuestros pies, aun estando en el suelo y con la serenidad y la prudencia que debemos tener, puedan volar cual Hermes disfrutando de la vida y con la perspectiva que corresponde. ¿Sabes una cosa? Lo único que deseo para el 2014 es, por mi parte, que mi vida siga igual, o que mejore algo, pero no excesivamente. Eso sí, pensaré mucho en tí.

Al comer la primera uva pensaré en el que nace, en el que tiene un año, en su futuro, en qué se va a encontrar y en el mundo que le dejemos los que ya hayamos muerto. La segunda irá para los opuestos, el yin y el yang, por el orden lógico. La tercera irá al equilibrio por la interacción entre contrarios, al vértice perfecto entre dos puntos. La cuarta irá hacia el reparto justo entre la tierra, el mar, el fuego y el aire. La quinta será para las cinco puntas de la estrella del conocimiento. La sexta uva será para las seis puntas de la estrella de los dos triángulos. La séptima será para la sabiduría de los que nos gobiernan. La octava será para los de la estrella de ocho puntas, para que dialoguen con los de la estrella de seis puntas. La novena uva será para las tres pirámides de triple base, para que en sus vértices confluyan nuestros mejores deseos. La décima representará el 'diez' que te mereces. La undécima será un eslabón de oro más. La duodécima uva y final será para crear un nuevo principio donde no nos hagan falta más deseos.

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